martes, 11 de febrero de 2014

El hotel que nunca existió

En los años siguientes a la Guerra Civil, en plena dictadura franquista, la ciudad de Huelva se encontraba en una situación deprimente, carente de grandes infraestructuras, incluida la hotelera. Escasos eran los alojamientos existentes (hoy día seguimos padeciendolo) y los que había eran de tipo familiar y de reducido tamaño. Atrás quedó el suntuoso y lujoso Gran Hotel Colón, uno de los mejores del país cuando se construyó, y que fue transformado para oficinas de la Rio Tinto Company.

Obras paradas del Gobierno Civil
El centro histórico de Huelva estaba formado por una amalgama de calles estrechas y desordenadas. Por ello se decidió crear una gran avenida que dignificara el centro de la ciudad, y de paso ensalzar la arquitectura del régimen. El ayuntamiento existente hasta la fecha se había quedado muy pequeño (se encontraba donde existe actualmente el Pasaje Antonio Machado, en la calle Puerto) y había planes para la construcción de un nuevo edificio más grande y capaz para una la ciudad. Se aprobó entonces la creación de la "Gran Vía de Huelva", una avenida ancha que uniría la Plaza del Punto con la neurálgica Plaza de las Monjas y en la que se establecerían los organismos oficiales tales como el nuevo Ayuntamiento, la Diputación de Huelva, las oficinas de Hacienda y la Subdelegación de Gobierno.

Proyecto de la fachada
Para ser exactos, la Subdelegación de Gobierno fue un intruso en los planes inciales. Lo que realmente había contemplado en su lugar era el "Gran Hotel Tartessos", un establecimiento de titularidad municipal que vendría a suplir la deficiencia hotelera en la ciudad y que estaría ubicado en un lugar de lujo. Se comenzó su construcción en torno a 1943 llegando a estar las obras avanzadas del mismo y quedando paradas en 1945. Por diversas razones, el ayuntamiento de la época desistió de su construcción y vendió el edificio al estado para la instalación del Gobierno Civil en él. En 1947 se redacta el proyecto de reforma y finalización de obras, siendo en 1954 cuando quedan completamente acabadas. Hay que destacar que los arcos fueron acabados antes que el resto del edificio, como se puede observar en la imagen, por lo tanto datan de 1944-1945 aproximadamente.
Subdelegación actualmente

 El diseño finalmente de la fachada dista un poco del proyecto original, como suele ocurrir en muchas ocasiones, siendo el resultante más sencillo que lo proyectado. En la actualidad el edificio consta de tres plantas, al igual que los edificios colindantes y una fachada simétrica en la que destaca el escudo de la Nación en la parte central, presidiendo el único balcón, así como las columnas colocadas a pares, sumando un total de 8, situadas en los arcos en los que descansa la balconada.


1 comentario:

Anónimo dijo...

No tenía ni idea de esta noticia... muy curioso y además me da una pena tremenda ver en la primera foto (en la que el edificio está aún sin acabar) como era la pza. de las Monjas en aquel tiempo, con el edificio del torreón maravilloso al fondo. Buen artículo.